16 jun 2013

WOOLRICH, Cornell, El ojo de cristal Charlie saldrá esta noche, Cucaña (Miquel Conesa)

Biografía
Cornell George Hopley-Woolrich, más conocido por sus seudónimos William Irish o George Hopley (Nueva York, 4 de diciembre de 1903 - idem, 25 de septiembre de 1968), fue un escritor estadounidense de novelas policiacas y de misterio.Vivió en Nueva Jersey junto con su madre (1918). Estudió en la De Witt Clinton High y se doctoró en periodismo en la Universidad de Columbia. Sus primeras novelas -Cover Charge (1926), Children of the Ritz (1927) y Times Square (1929)- llevan patente el influjo de Francis Scott Fitzgerald. Conoció a Gloria Blackton, hija del productor de cine mudo J. Stuart Blackton, con la que se casó y vivió apenas unas semanas antes de divorciarse en 1933. Regresó a Nueva York con su madre y viajó con ella por Europa.La Gran Depresión afectó a la venta de sus escritos y tuvo que dedicarse a escribir novelas baratas del tipo pulp por encargo. También escribió novelas como The Bride Wore Black (1940), traducida como La novia vestía de negro. Tras el fallecimiento de su madre en 1957 se recluyó a una habitación de hotel durante once años y se dio a la bebida, terminando sus días enfermo de ictericia, alcohólico y tullido (se le amputó una pierna "gangrenada" y tuvo que vivir usando una silla de ruedas). Falleció el 25 de septiembre de 1968.
Argumento
Este libro consta de dos pequeñas historias, la primera nos cuenta como un niño que quiere salvar el trabajo de su padre, persigue a un asesino con la única pista de un ojo de cristal. La segunda historia nos cuenta como un atracador lleva semanas atracando y la policía no lo ha podido atrapar, Keene, el detective, empieza a pensar que el asesino es su hijo, por un montón de coincidencias y de pistas, hasta que padre e hijo se encuentran en un estanco cara a cara.
Fragmento
Los dos retrocedimos de un salto, pero él volvió a acercarse al cristal. Se había agachado un poco para ver mejor y, al darse cuenta de que mi rostro quedaba a su misma altura, debió de comprender que yo no era más que un niño. Por mi parte, descubrí enseguida que aquel tipo era Petersen: aunque la luz era muy escasa, lo reconocí por la forma del sombrero y sus orejas de soplillo. Debía de haberse esperado por allí cerca y, nada más marcharse el cartero, había vuelto a la casa para recoger la carta.
Comentario

Este libro ha sido fácil de leer y muy entretenido, las imágenes lo hacían más sencillo, aun así es un libro que incluye tensión y en algunos momentos se convierte en un libro muy emocionante, lo recomiendo a todos los alumnos.

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