LEIMBACH, Marti, Daniel no habla, Ed: Almuzara (Emma Pubill)

BIOGRAFIA

Marti Liembach nació en Washington DC, se trasladó a Inglaterra en 1992 donde vive actualmente con su marido y sus dos hijos. Da clases de Escritura Creativa en la Universidad de Oxford. Con Daniel no habla, ha tenido la oportunidad de hablar de su propia experiencia, ya que comenzó a escribirla cinco años después de que le diagnosticaran autismo a su propio hijo. Una extraordinaria combinación de realidad y ficción, en la que muestra su maestría como escritora y su gran conocimiento sobre el autismo.

ARGUMENTO

Daniel no habla es un libro donde explica la situación de una familia con pocos recursos, son una pareja muy joven y casada con una niña de 4 años llamada Emily y un niño de 3 llamado Daniel.

Esta novela, que explica un fragmento frágil y duro de la vida de la autora, comienza cuando la madre, Melanie, nota que su hijo no es igual que los demás. Él no pide las cosas, no habla y si se enfada lo hace de forma peculiar y haciéndose daño contra la pared y los muebles, y eso le preocupa mucho. Pero su marido Stephen no le da ninguna importancia, porque dice que aún es pequeño y esas cosas son de su edad, pero cambia de opinión cuando por fin su mujer lo convence y deciden ir a un neuropediatra, que le dice qué le pasa a su hijo, él es autista. A raíz de eso, Stephen ya no hace caso a Daniel ni, sin saber por qué, tampoco a Melanie, haciéndole solamente caso a Emily.

Con el paso del tiempo, Melanie se va distanciándose de su familia y a la vez de su marido, quedándose separados porque   Stephen no sabe comprender e implicarse más con su hijo y la familia, pero ella al final conoce a Andy, un especialista del trastorno del autismo, que ayuda a Daniel y a su madre y a su hermana a convivir mejor y que él vaya mejorando hasta que pueda ser normal. Pero saben que eso no podrá ser, pero sí que sea normal para su trastorno. Gracias a todo eso Melanie se va enamorando de Andy y él de ella hasta que los cuatro forman una familia feliz.

FRAGMENTO

-Claro que hago muy mal en decir siquiera que es autista. No estoy preparada para ello. Pero yo que usted, consideraría enviarle a una escuela especializada y pedir las ayudas que conceden para las familias. No le queda otra opción (…).

-Sí que tengo otra opción- le digo.

-Es usted dura de roer -se ríe-, pero le aseguro que esto, el autismo, es algo muy gordo. Los logopedas normales como yo no podemos ni tocar a los niños autistas. Deme a un niño con un leve trastorno  de lenguaje y llenaré los oídos de buenas ideas. Pero ¿su hijo?- Niega con la cabeza.

OPINIÓN

Este libro, es uno de los mejores libros que he leído. Te explica una vida que, aunque quieras entenderla, no te lo puedes imaginar solamente sino vivirla, pero este libro te explica cada momento y cada detalle de tal manera, que al final lo sientes como si lo estuvieras pasando.

Es triste pensar que hay personas que no toleran que sus hijos no sean perfectos o que tengan algún trastorno, como explica este libro, y que no puedan convivir con ellos; pero por otro lado. Pero en cambio, también podemos hallar personas como Melanie, que pase lo que pase, ayudan a sus personas queridas hasta el final.